viernes, 5 de agosto de 2011

10 TIPS para orientar en situaciones de conflicto parental

Los conflictos no resueltos entre los padres, pueden afectar en forma directa la salud mental de los niños.
Las peleas continuas, los dobles mensajes, la falta de comunicación, pueden ocasionar un clima emocional de tensión y miedo en el niño.
1. No interponer al niño en los problemas de los adultos. Los problemas de los adultos los deben conversar entre los padres.
2. Sostener el rol de padre o de madre. El niño no debe ocupar ese rol, ni compartir las decisiones, ni opiniones sobre la situación de separación.Mantener las jerarquías familiares y los roles a pesar de las separaciones.
3. Es fundamental permitirle al niño compartir momentos con ambos padres,ya que los niños en la constitución de su identidad necesitan la imagen de ambos padres, más allá de quien tenga la tenencia del niño, salvo que exista una denuncia por presunto abuso, o alguna circunstancia por cual uno de los padres tenga prohibicion expresa de ver al niño.
4. Es mucho mas sencillo afrontar la separación de los padres para un niño, cuando entre ellos siguen manteniendo una buena y respetuosa comunicación.A mayor tensión y rigidez en la ineteracción parental mayor será la dificultad para mantener una relación que provea seguridad al niño.
5. Estar atentos y conversar con el niño, sobre la situación. Ofrecerle ayuda. Escucharlo, acompañarlo. Solicitar intervención terapéutica en caso de notar cambios en la personalidad del niño. (Agresividad, llanto compulsivo, desgano, falta de apetito, hiperactividad)
6. Evitar añadir nuevos cambios en la vida del niño, como cambios de escuela, mudanzas, etc. Respetar los espacios y las pertenencias del niño. Evitar que en la puja por los bienes, el niño sea que pierda sus pertenencias. En las disputas gananciales muchas veces se dirimen los bienes de los niños. El televisor, la computadora... Los chicos pierden los vínculos y también los objetos que utilizan en su vida cotidiana.
7. Seguir cuidando y conteniendo al niño buscando el equilibrio para no sobreprotegerlo. Cuidarlo para que no se autoaisle, ni se sienta dejado de lado.
8. No descargar en el niño, los conflictos de los adultos. Buscar otros adultos para conversar, o un terapeuta para regular las emociones desagradables del adulto.
9. Ayudar al niño, o adolescente a atravesar la situacion de conflicto. Comprender pero no justificar, la agresividad. Solicitar ayuda si el niño se muestra desconsolado, o descontrolado.
10. Tratar de conservar el estilo de cada familia, sin realizar grandes cambios en la rutina, que de seguro afectarán al niño y a su grupo de convivencia. Respetar los espacios y grupos de pertenencia.

Los niños y adolescentes tienen el derecho a ser cuidados por ambos padres. El tránsito por las primeras etapas de la vida es complejo, ya que son momentos de cambios continuos que merecen ser acompañados y compartidos por ambas familias.
La deprivación de contacto emocional, trae serios trastornos psicológicos, tanto al niño, como a los familiares de los mismos.